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prefiere al Diablo, que es un supuesto ser maligno del que casi nada se sabe, o a Jehová que es el dios de los israelitas. Se trata de un capítulo de mi novela, inédita y
en busca de editorial, titulada Pato Muerto. En este capítulo actúa EL DEFENSOR
DE DIOS.
Bajo un fuerte sonido de aplausos pasó
al escenario un hombre de mediana edad que usaba gafas; se veía tranquilo y su
actuación fue así: Gracias señoras y señores mandracus, para mí es un honor
hacer parte de este grupo tan especial. Con toda humildad, mi nombre es
Defensor de Dios y asisto a este congreso por ser quizá la única persona que
realizo las cosas sin pedirle milagros al Creador; lo único que le pido es que
bendiga mis dificultades, y a mis problemas les pido que nos tratemos suave, ya
que toda la vida vamos a ser compañeros.
El Creador que yo defiendo es
inmaterial, imparcial, nadie lo ha visto y no hace milagros individuales. Y no
castiga ni exige que le den cosas, como tampoco pide adoraciones ni
sacrificios. Estoy a favor del Evolucionador del Universo, que puede
describirse como la Fuente que provoca el proceso evolutivo universal con el
que de alguna manera todos gozamos y sufrimos al evolucionar. Pero, por
circunstancias del azar, unos gozamos o sufrimos más que otros y la única
manera de entender esas desigualdades de suerte es aceptándolas como cosas
normales del destino.
El Universo existe y por lo tanto
también debe o debió existir su Creador, pero, llámese como se llame, nadie ha
visto al Hacedor del universo, y, por eso, nada podemos decir o deducir acerca
de Él. Y lo cierto es que, por asuntos políticos y económicos, la gente inventó
o admitió sus propios dioses, unas presuntas divinidades inventadas en muchos
lugares de la Tierra, que en la práctica son o han sido unos seres
desquiciados, contradictorios, inhumanos, crueles y además el peor flagelo de
este mundo.
Si razonamos sin pasiones acerca de
este asunto, debe parecernos ridículo creer que Dios necesite de la Humanidad o
que nos exija cosa alguna, y lo lógico es que somos nosotros quienes, en
beneficio propio, en vez de esperar milagros divinos, debemos obrar
correctamente y hacer los sacrificios que se requieran para obtener lo que anhelamos.
Está demostrado que no es necesaria la fe religiosa para lograr las cosas y
obrar correctamente; los masones se inclinan por realizar sus proyectos y no
esperan que sus anhelos lleguen del Cielo o por milagros de Dios, actitud que,
obrando con decencia y honestidad, los ha convertido en los individuos más
productivos del mundo.
El sinnúmero de incidentes humanos que
supuestamente ocurren por voluntad directa de Dios son el producto de la
creencia humana de que el Creador planea con rigurosidad y ejecuta todo lo que
ocurre en el universo, inclusive, muchos suelen creer que ni siquiera una hoja
se mueve, sin decisión directa de Dios. Pero, si nos atenemos a los episodios
reales, podemos deducir que las cosas evolucionan con naturaleza propia y que todos
los hechos surgen de la evolución universal.
Es costumbre darle las gracias a Dios y
creer que Él nos favoreció en algo, pero, cuando a pesar de los ruegos las
cosas salen mal, siempre se dice que el Mal surgió por sí mismo y no por
decisión del Creador, y con esta idea es igual a asumir que Dios no puede
controlar el Mal. Y habría que reconocer que el dios humano ni siquiera puede
satisfacer a dos personas cuando, por ejemplo, éstas ruegan que dos contendores
distintos ganen un evento; no sería posible que el dios humano complaciera a
ambas personas si por el mundial de futbol juegan España y Brasil y una le
ruega que gane la nación europea y la otra que triunfe la suramericana.
El actuar del Evolucionador del
universo es similar a las acciones que se producen con los aguaceros. Y es que
los aguaceros son los máximos evolucionistas de nuestro mundo y cuando actúan
no tienen en cuenta beneficiarios ni perjudicados; el agua elimina unas cosas y
les da vida a otras, casi siempre sobreviven los más fuertes y mueren los
débiles y se convierten en alimento o abono de otros seres, función que es
similar al sistema evolutivo de nuestro mundo.
El reguero de dioses que surgieron o
inventó la Humanidad, más que seres divinos han sido un Don o Poder usado por
toda clase de criminales y vividores para cometer todo tipo de delitos y
obtener riquezas y poderes políticos. No se sabe cuándo ni dónde surgió el
primer supuesto ser divino y todopoderoso de la Humanidad, pero es fácil
deducir que fue un invento perverso, ya que, mediante la obligación de fe
religiosa, los líderes supuestamente religiosos, fingiendo ser sabios en ese
tema se aprovechaban de la ignorancia y la ingenuidad de la gente, y, al paso
del tiempo, con la aplicación de diversos modos de chantaje, dichos personajes
han sometido a sus antojos a gran parte de la humanidad.
El Evolucionador y Dios que yo
defiendo, de manera directa no da riquezas ni poderes de ninguna naturaleza y
es muy distinto a los dioses espeluznantes reconocidos o inventados por la
humanidad; mi defensa va en favor del Creador de la evolución, que en esencia
es una Virtuosidad universal que no exige adoraciones y que no hace chantajes
ni amenaza con castigos, ni se requiere hacer sacrificios para ganar sus
favores, incluso, no necesita que le defienda. Mi labor de defensa es por
dignidad humana; quiero evitar que la gente siga calumniando al Criador; deseo
que todo el mundo sepa que el Hacedor del universo jamás ha hecho cruce genético
con la humanidad, y me refiero concretamente a que es falso que Dios haya
tenido hijo con una mujer, como también es falso que haya dicho o escrito tan
siquiera una palabra.
Quienes estudien y analicen a los
dioses utilizados por la Humanidad, con facilidad podrán deducir o concluir que
todos surgieron de propósitos perversos. Siempre, al analizar ese tema, la
conclusión debe ser que los autoproclamados sabios religiosos han sido o son
personas vividoras que, fingiendo de sabios y creyentes religiosos, por la mera
intención de lucrarse han vendido o venden las supuestas divinidades de los
dioses creados en la antigüedad. Y la rapiña de dichos vividores ha sido tan
generalizada que son pocas las personas que se han escapado de ser pato muerto
de sus montajes religiosos, a lo que hay que añadir las exigencias religiosas,
como, por ejemplo, el Óbolo de san Pedro cuyo último dato es que, en el año
2013, en ese evento se recolectaron más de 78 millones de dólares para
donárselos al pontífice, supuestamente para que él ayudara a los más
necesitados, pero, según se ha informado, dichos recursos fueron usados en el
sostenimiento de lujos y comodidades de unos cardenales de la monarquía
eclesiástica.
Según la Biblia, el patriarca Abraham
fue el primero que pagó diezmos y el profeta Melquisedec el primero que recibió
dichas prebendas por creencias religiosas, pero históricamente está registrado
que fueron los primeros sacerdotes judíos, que supuestamente eran descendientes
de Leví el tercer hijo de Jacob que por orden de su padre, él y sus
descendientes debían ejercer de religiosos y no podrían heredar tierras,
quienes decretaron por Ley los pagos obligatorios de diezmos y primicias a las
tribus herederas de Jacob, es decir, a la población de Judea.
Y según esos relatos, por asuntos
políticos y con reglas religiosas, dichos sacerdotes gobernaban al pueblo de
Judea, o judío, y para soporte del cobro de diezmos y primicias usaron el libro
del profeta Malaquías, una obra que ha sido modificada a la conveniencia de infinidad
de vividores que han fingido ser dioses y que para hacerse a dichos pagos; en
una de sus partes dice: ”Y toda décima parte de la tierra, de la semilla de la
tierra y del fruto del árbol, pertenece a Jehová”, y dichos vividores con
engaños religiosos y usando ese pretexto les han robado o les roban el diez por
ciento de sus ingresos -y todo lo que puedan-, a los creyentes ingenuos.
Sin embargo, según la Biblia, el dios
de Moisés les cobraba impuestos a los israelitas, inclusive, a los niños. En el
capítulo 25 de Levítico están las reglas de pagos de ‘multas’ a Jehová por
haber pecado, y más adelante dicho libro (27, 1-8) dice: Habló Jehová a Moisés,
diciendo: Habla a los hijos de Israel y
diles: Cuando alguno hiciere especial voto a Jehová, según la estimación de las
personas que se hayan de redimir, lo estimarás así: En cuanto al varón de
veinte años hasta sesenta, lo estimarás en cincuenta siclos de plata, según el
siclo del santuario. Y si fuere mujer, la estimarás en treinta siclos. Y si
fuere de cinco años hasta veinte, al varón lo estimarás en veinte siclos, y a
la mujer en diez siclos. Y si fuere de un mes hasta cinco años, entonces
estimarás al varón en cinco siclos de plata, y a la mujer en tres siclos de
plata. Mas si fuere de sesenta años o más, al varón lo estimarás en quince
siclos, y a la mujer en diez siclos. Pero si fuere muy pobre para pagar tu
estimación, entonces será llevado ante el sacerdote, quien fijará el precio;
conforme a la posibilidad del que hizo el voto, le fijará precio el sacerdote.
Los ‘votos’ en especie eran sólo una parte de
lo que tenían que aportarle los israelitas a Jehová; el capítulo 28 de Los
Números contiene la lista de animales que había que asarle diariamente para
“olor grato” a Jehová, y en el capítulo 31 están los detalles de lo que exigía
dicho dios de los botines de guerra, lo cual incluía mujeres vírgenes,
animales, joyas y ofrendas de muchas otras cosas, y vale añadir que Jehová no
tenía en cuenta las dificultades económicas de los pobres, ya que, a los israelitas,
para que evitaran que él los convirtiera en pato muerto, les cobraba igual
cantidad a los pobres y a los ricos. Para explicar este asunto, en Éxodo (30,
12-15) dice: Habló también Jehová a
Moisés, diciendo: Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a la
cuenta de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los
cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado. Esto
dará todo aquel que sea contado; medio siclo, conforme al siclo del santuario.
El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová.
Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a Jehová. Ni el
rico aumentará, ni el pobre disminuirá del medio siclo, cuando dieren la
ofrenda a Jehová para hacer expiación por vuestras personas. Y cabe la
pregunta: ¿En qué gastaría Jehová el producto de esos recaudos?
Leyendo la Biblia, además de quedar en
evidencia el sectarismo, la crueldad y las limitaciones de Yavé o Jehová, puede
deducirse que los medios de información de este dios eran deficientes. Por
ejemplo, en Deuteronomio (13, 12-18), el dios de Moisés, le explica al profeta:
“Si te dicen respecto de alguna de las
ciudades que Yavé te dará para habitar: Allí se han manifestado unos
desgraciados, y han pervertido a sus conciudadanos, invitándolos a servir a
dioses extranjeros que no son nada para ustedes, infórmate con cuidado,
averigua bien la verdad del hecho. Si es cierto el asunto y se comprueba que
esta abominación se ha cometido, pasarás a cuchillo a todos los habitantes de
aquella ciudad. Echarás la maldición sobre la ciudad y todo lo que hay en ella;
pasarás a cuchillo a todos los animales y, luego, amontonarás los despojos en
medio de la plaza y prenderás fuego a la ciudad con todos sus despojos para
cumplir la maldición de Yavé. Esta ciudad quedará convertida en un montón de
ruinas para siempre, y jamás volverá a ser edificada. No guardarás en tu poder
ni la cosa más pequeña de esta ciudad, para que Yavé aplaque su cólera y sea
misericordioso contigo y te bendiga como tiene jurado a tus padres que lo hará,
a condición de que escuches la voz de Yavé, guardando todos sus mandamientos
que yo te prescribo hoy, y haciendo lo que es correcto a los ojos de Yavé, tu
Dios. Debió ser que al dios de Moisés se le había olvidado el mandamiento
en el que le ordenaba a dicho profeta “No Matarás”, pues ahora le ordena
masacrar por igual a los pueblos y a los animales.
Y en 23, 13-14 de dicho libro, el
asquiento dios de Moisés le instruye a su siervo para que se porte como los
gatos. Dice: Habrá un lugar afuera del
campamento para satisfacer las necesidades naturales. Llevarás una estaquita al
cinturón, con la cual harás un hoyo antes de ponerte en cuclillas, y luego
taparás el excremento con la tierra sacada. Porque Yavé, tu Dios, recorre el
campamento para protegerte y entregar en tus manos al enemigo. Por eso tu
campamento debe ser cosa limpia y sagrada, en que Yavé no vea nada indecente;
de lo contrario se apartaría de ti.
Aunque en Levítico (20, 13) Yavé le
ordena a Moisés: Si alguno se ayuntare
con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre
ellos será su sangre; a su preferido David jamás lo reprendió por cometer
tal abominación. Al respecto, llorando David por la muerte de uno de sus
amantes, el libro 2 de Samuel (1,26) dice: ¡Jonatán,
hermano mío, por ti tengo partido el corazón, pues te quería tanto! Tu amor era
para mí más maravilloso que el amor de las mujeres. Leyendo las supuestas
historias de la Biblia, resulta obvio que al dios de Moisés no le importó que
su preferido David fuera cacorro con los homosexuales y puya loca con las
mujeres, hasta tal punto que murió de vejez en compañía de una hermosa mujer
virgen, llamada Abisag de Sunam, a la cual, según las Escrituras Sagradas, no
pudo desvirgar porque, cuando se la llevaron, él se estaba muriendo de frío y aunque
ella le hizo con sus encantos todo lo que pudo, nada logró animarle.
El rey David es uno de los personajes más
perversos de la Biblia y aunque cometió toda clase de delitos Jehová nunca lo
castigó; por ejemplo, el capítulo 11 del libro 2 de Samuel cuenta la historia
en la que el rey David ordena que le traigan a Betsabé, la esposa de Urías, un
militar subalterno suyo, cuya hermosa mujer llevó obligada a la cama, la embarazó
y para mitigar el lío hizo asesinar al militar y volvió amante suya a Betsabé,
hecho por el que Jehová le hizo su única llamada de atención, pero, en vez de
castigarlos a ellos por adúlteros, Jehová convirtió en pato muerto al inocente
hijo del primer embarazo y después los premió a ambos al convertirlos en padres
del futuro rey Salomón; y para evidenciar otra contrariedad del dios de los
judíos vale señalar que, según la Biblia, Jehová colaboraba para que la hermosa
Sara, la esposa de Abraham, haciéndose pasar por hermana del patriarca, se
acostara con reyes y así consiguiera riqueza y seguridad para su marido,
convirtiendo a su esposo, desde el punto de vista de algunos analistas, en un
divino cabrón.
El emperador Constantino I (274 a 337)
fue el primer monarca romano que, además del trono, obtuvo enormes riquezas con
el apoyo de creyentes cristianos. Pero, como se han creído casi todos los
líderes políticos romanos, Constantino se creía un dios y consideraba como
ridículas las creencias cristianas; el tipo era un vividor todo delito que se
aprovechó del fanatismo y la popularidad que habían surgido en los creyentes
cristianos, y, de manera astuta, primero los usó como tropas para apoderarse
del Imperio Romano y después como mercenarios para saquear a Grecia, y con los
tesoros robados de los templos griegos construyó y decoró Constantinopla, la
actual Estambul, para convertirla en capital del imperio romano de Oriente, el
luego llamado Imperio Bizantino.
Los romanos tenían varios dioses en la
época de Constantino y en el cristianismo no existía cobro de diezmos ni ningún
otro tipo de cobro religioso. Al contrario, se decía que Jesús, el fundador de
esa fe, había sido asesinado porque aseguraba que el Creador estaba en todas
partes y que no era necesario ir a templos ni que pagar diezmos para ganar la
Gracia de Dios, generando con dichas palabras un discurso que era muy bien
aceptado por la opinión pública pero que perjudicaba económicamente a los
sacerdotes judíos, y se ha dicho que por esa razón, éstos lo hicieron
crucificar.
No se sabe la fecha exacta del comienzo
de cobro de diezmos cristianos, pero se sabe que tiempo después de la muerte de
Constantino, la muy corrupta monarquía romana, por conveniencias económicas y
políticas endiosó a Jesús y sin mas ni mas asignó a Roma como Santa Sede,
asignación que por lógica debió ser para Jerusalén, y convirtió el imperio
romano en gobierno cristiano, con el que poco a poco, para beneficio exclusivo
de la rosca monárquico-eclesiástica romana, le estableció a la Humanidad el
obligatorio pago de diezmos cristianos.
Aunque los diezmos han sido el mejor
negocio para la rosca de la Santa Sede, dichos pagos no han sido el único
negocio de divinidades de la Iglesia, al contrario, la monarquía eclesiástica
convirtió en negocio todo lo que pueda mezclarse con fe religiosa. Entre otras
cosas, la Santa Sede, además de realizar colectas, extorciones y chantajes
indiscriminados con sus normas religiosas, obliga a los cristianos a que le
paguen por el bautizo, la primera comunión, la confirmación, el matrimonio, el
uso de cementerios, los eventos de sepulcro, las misas para sus dolientes y por
todas las actividades que administra la Iglesia.
Sin lugar a dudas, la obtención del
pontificado romano ha sido el logro de empleo más sucio de la Humanidad. El
único que compró públicamente el pontificado fue un oligarca romano llamado
Giovanni Graciano, quien en el año 1046, por 1.500 libras de oro, le compró el
pontificado al papa Benedicto IX y luego de ese pago se convirtió en su
santidad Gregorio VI, pero ese cargo ha sido adquirido hasta con favores
sexuales, como, entre otros, lo consiguió el papa Juan X, un miembro de la
monarquía romana de nombre desconocido que ascendió al pontificado por ser el
amante preferido de Teodora, la esposa del senador y dueño de Roma en ese
entonces, Teofilacto I, un homosexual que junto con su esposa y una hija de
ésta con dicho personaje, en ese tiempo, prostituyeron totalmente a la Santa
Iglesia, un defecto que, según se dice, nunca se ha curado, inclusive, le dicen
La Puta de Babilonia.
En las elecciones de los papas, siempre
han influido los asuntos políticos y económicos, pero en muy pocas elecciones
de pontífice se ha tenido en cuenta la fe religiosa del futuro papa, por lo que
muchos personajes corruptos, además del uso de influencia política, pagaron
sobornos enormes para ocupar la silla de san Pedro, y el muy jugoso empleo
también ha sido comprado de a poquitos, como hizo el millonario Lorenzo
Corsini, quien pertenecía a la rosca eclesiástica y quien, siendo joven, le
compró a la Iglesia, por 30.000 escudos, el cargo de regente de la Cancillería
Apostólica; y más tarde, por 80.000 escudos, el de Presidente de la Grascia, el
organismo que fijaba los precios de las mercancías en los Estados de la
Iglesia; y luego, mediante soborno, fue nombrado de tesorero y recaudador
general de la Cámara Apostólica y a la vez de comisario naval de los Estados de
la Iglesia. Además, sin saberse cómo, logró que lo nombraran de cardenal y
compró otros cargos burocráticos eclesiásticos, y, por su enorme influencia
económica, en el año 1730 fue elegido pontífice y tomó el nombre de Clemente
XII, trono que lo convirtió en el hombre más rico y más poderoso del Orbe.
Se dice que, por haberle puesto precio
y cobrar el perdón de los pecados, el homosexual León X ha sido el papa más
vividor y más sinvergüenza, pero él no ha sido el único pontífice que ha
vendido el perdón de Dios. Antes de los negocios de perdones de Dios de este
pontífice, el papa Clemente VI le compró a Juana de Nápoles, por 80.000
florines, la soberanía de Avignon, pero, luego de estar recibiendo el producto
de dichos derechos, el papa acusó a Juana del asesinato de su esposo, y, en vez
de pagarle el dinero convenido, la confesó y a nombre de Dios le perdonó dicho
crimen y el supuesto pecado que en la confesión aceptó haber cometido, o sea
que por el perdón de Dios su santidad le tumbó los 80.000 florines a la reina
de Nápoles.
Como defensor de Dios quiero dejar en
total claridad que el Creador no es un ser material y que por lo tanto todos
los dioses y profetas que físicamente han existido, en cuanto a sus
divinidades, han sido seres fraudulentos. Y, en ese sentido, si ese proyecto se
realiza, la farsa más espectacular que se conozca hasta entonces surgirá del
“Proyecto Rayo Azul”, lo cual será una acción combinada con seres de otros
mundos y con el que se simulará un rapto de seres humanos por medio de un rayo,
en un evento que estará arreglado con proyecciones holográficas para hacer
creer que Dios va a iniciar El Juicio Final, pero que antes dispondrá la
llegada del Mesías del Nuevo Orden Mundial. En otras palabras, habrá un nuevo
Cristo o profeta falso, pero, en este caso, a nivel galáctico y creado para
echarles la culpa del supuesto apocalipsis a seres de otros mundos, al modo de
la muy exitosa película “Independence Day”. Dicho Proyecto se filtró a Internet
en el año 2006, y es explicado así:
“Al principio
se hará uso del cielo como una pantalla de proyección holográfica para los
satélites generadores de láser instalados en el espacio (Guerra de las
Galaxias). Estos proyectores emitirán imágenes y voces simultáneas en todo el
planeta, en el idioma de cada región. Se trata del aspecto religioso del Nuevo
Orden Mundial. El sistema ya ha sido probado y se han hecho proyecciones
holográficas de la Imagen de Cristo, en algunas áreas remotas de un desierto.
Esto sólo ha sido reportado en periódicos de tabloides, para hacer la noticia
automáticamente discutible. Ellos también pueden proyectar imágenes de naves
extraterrestres, alienígenas, monstruos, ángeles. Las computadoras coordinarán
los satélites y el software manejará el show. La holografía está basada en signos
casi idénticos que se combinan para producir imágenes u hologramas, con
percepción de profundidad. Esto también es aplicable a las ondas acústicas
(ELF, VLF, LF) y a los fenómenos ópticos. Específicamente, el “show” consistirá
en proyecciones del láser de múltiples imágenes holográficas a diferentes
partes del planeta, cada una recibiendo imágenes diferentes, de acuerdo a la fe
religiosa predominante del lugar. No será excluida ni una sola área. Con
animación de computadora y efectos de sonido que parecerá venir de las
profundidades del espacio, los sorprendidos seguidores de los diferentes credos
darán testimonio de su propio Mesías, regresando en una espectacular y
convincente realidad. Las varias imágenes de Cristo, Mahoma, Buda, Krishna,
etc., se fusionarán en Uno después de hecha la "correcta explicación"
de los misterios, y se descubrirán profecías y revelaciones. Este ‘Dios Único’
funcionará, de hecho, como el ‘Anti-Cristo’ que ‘explicará’ que las varias
escrituras "se han mal entendido" - que las religiones viejas son
responsables de volver a hermano contra hermano, nación contra nación - que
deben abolirse las religiones del mundo para dar paso a la Edad Dorada (la
Nueva Era), una Religión Mundial, representando al Único Dios que verán ante sí.
La explicación de los supuestos cuatro pasos de este evento con extraterrestres
es así:
El primer
paso implica el derrumbamiento de todo conocimiento arqueológico. Se trata de
organizar terremotos en ciertos lugares alrededor del mundo, donde supuestos nuevos
“descubrimientos” explicarán finalmente (para ellos) que los significados de
las doctrinas básicas de las religiones importantes de todo el mundo están
“equivocados”. Esta falsificación se usará para hacerle creer a la población
mundial que toda doctrina religiosa se ha entendido y se ha interpretado mal.
El segundo paso vendrá caracterizado por un
gigantesco show espacial. Hologramas de 3D ópticos y sonido, proyecciones láser
de múltiples imágenes holográficas en todas partes del mundo; en cada lugar
aparecerá una imagen diferente, según la fe religiosa de su población. Esta
nueva "imagen de dios" hablará en todos los idiomas. Como ejemplo,
los soviéticos (actuales rusos) han fabricado avanzadas computadoras y las han
programado con diminutas partículas psicológicas, basadas en sus estudios de la
anatomía y biología del cuerpo humano, así como en estudios de anatomía,
química y electricidad del cerebro humano. Estas computadoras también han sido
alimentadas con diferentes idiomas del mundo.
El tercer paso tiene como estrategia la
aplicación global de comunicación telepática bi-direccional electrónica. Ondas
ELF (Frecuencia Extra Baja), VLF (Frecuencia Muy Baja), y LF (Baja Frecuencia)
se comunicarán con la población terrícola a través de los interiores de sus
cerebros, haciéndole creer a cada persona que su propio Dios está hablándole
desde dentro de su propia alma. Tales
rayos, del satélite son alimentados mediante la memoria de computadoras que
guardan muchos datos sobre el ser humano y sus idiomas. Estos rayos, entonces,
se entrelazarán y entretejerán con los procesos naturales de pensamiento, para
formar lo que se conoce como Charla Artificial.
El cuarto
paso involucra manifestaciones sobrenaturales universales usando medios
electrónicos. Este paso contiene tres
orientaciones diferentes: La primera es
hacerle creer a la Humanidad que está a punto de ocurrir una invasión
extraterrestre en cada ciudad importante de la Tierra. Esto es para empujar a
cada nación importante a usar su capacidad nuclear para responder a ese ataque.
De este modo, pondría a cada una de estas naciones en un estado total de
desarme ante las Naciones Unidas, después del falso ataque.
La
segunda es hacerles creer a los ‘cristianos’ que está ocurriendo un rapto
mayor, con una simple escena de una intervención divina de una ‘supuesta’
fuerza extraterrestre buena viniendo a salvar a las personas buenas de un
brutal ataque satánico. El objetivo en este paso es librar de toda oposición
significante al Nuevo Orden Mundial.
La tercera es una mezcla de fuerzas
electrónicas y sobrenaturales. Las ondas (frecuencias) usadas en ese momento
permitirán a las fuerzas sobrenaturales viajar a través de cables de fibra
óptica, cables coaxiales, eléctricos y líneas telefónicas para penetrar en todos
los equipos electrónicos y aparatos que, para ese entonces, todos tendrán un
microchip especial instalado. La tarea
en este paso es la materialización de fantasmas satánicos, espectros y
poltergeist, alrededor del globo, para empujar a todas las poblaciones al borde
de una ola de suicidio, matanza y desorden psicológico permanente. Después de esa noche de las Mil Estrellas, se
cree que la Humanidad estará lista para que entre un “Nuevo Mesías” para
reestablecer la paz por todas partes, cueste lo que cueste, incluso, a costa de
la libertad”.
A lo largo de un recorrido por la
Historia de la Humanidad, he podido verificar cómo, a nombre de Dios, las
mentes humanas se pueden manipular; tanto individualmente como las de una
población, hasta el punto que podría calificar la Historia del Ser Humano como
un rosario de manipulación mental. Y el colmo es que he hallado que, para la
aplicación de esos engaños, los psicópatas dueños del mundo han calificado de
locos y han encerrado a las personas que realmente estaban abriendo los caminos
de una evolución natural humana razonable y sostenible, como, por ejemplo,
ocurrió con Nikola Tesla.
Con argumentos religiosos absurdos y
con certificados científicos falsos, los verdaderos héroes han sido encerrados
o asesinados y los farsantes perversos han sido elevados a la categoría de
dioses. Para dar un ejemplo del último caso mencionado, sirve el hecho
histórico del gran asesino, parricida, ladrón y esclavista, Alejandro Magno,
quien, por fingir de religioso, es considerado como uno de los máximos seres
divinos, siendo él en realidad el sujeto más esclavista y más perverso de su
tiempo; para complacer su idolatría destruyó un sinnúmero de ciudades y con
tesoros robados y con pueblos que esclavizó construyó alrededor de 30 ciudades
a las que, para auto rendirse honores, les puso como nombre Alejandría.
Por haber sido tantos los asesinatos de
la Iglesia, el pato muerto de mi historia es un dúo de talentosos traductores
cuyos nombres eran Jhon Wiclef y William Tyndale, quienes con una diferencia de
más de un siglo estudiaron en la Universidad de Oxford y ambos fueron pato
muerto de la Santa Iglesia, condenados por herejía, por eclesiásticos fanáticos
que los acusaron de estar en contra de las cruzadas de la Iglesia y de violar
la prohibición eclesiástica de traducir las Escrituras Sagradas, de los idiomas
koiné y griego al inglés. Y vale aclarar que, para suavizar las narraciones, en
varias ocasiones gran parte del contenido de las Escrituras Sagradas ha sido
editado o modificado, es decir, hay numerosas versiones distintas de la Biblia.
Porque no leen la Biblia en su
totalidad y porque ignoran las perversidades internas de la mafia de la
monarquía del Vaticano, los creyentes cristianos creen que la Biblia es la
Palabra de Dios y que es un libro que incita a la paz, el amor, el respeto, el
perdón, la misericordia y a muchas cosas positivas, pero eso es un gran engaño,
y también es una farsa lo que, todo el tiempo y en todas partes, les han metido
en la cabeza los funcionarios eclesiásticos a los pueblos ingenuos e
ignorantes, para someterlos a las buenas o a las malas y convertirlos en
fuerzas políticas y vacas lecheras de la monarquía del Vaticano.
En Inglaterra, igual que en toda
Europa, debido a que las Escrituras católicas estaban escritas en koiné o en
hebreo, casi todos los ingleses desconocían su contenido, y la sorpresa y la
indignación fueron enormes cuando, al ser traducidas, los lectores las pudieron
leer. En ese entonces, para nadie fue fácil digerir las supuestas historias de
la Biblia, como, por ejemplo, las del capítulo 31 de Números, y otras como la
que cuenta que Yavé (Dios) le habla a Aarón, diciendo: ¿Hasta cuándo voy a estar oyendo lo que contra mí murmura esa turba de
depravados, las quejas contra mí de los hijos de Israel? Ninguno entrará en la
tierra que con juramento os prometí por habitación. En este desierto yacerán
vuestros cadáveres. Vuestros hijos errarán por el desierto cuarenta años hasta
que vuestros cuerpos se consuman. En este desierto se consumirán; en él
morirán. Y vale aclarar que entre Israel y Egipto hay menos de 500
kilómetros de distancia, o sea que, guiados por Yavé, cuando salieron de Egipto
con rumbo a la ‘Tierra Prometida’, en promedio los israelitas recorrían menos
de un kilómetro por mes.
Al leer la Biblia, los ingleses cultos
no hallaban justificación en las discriminaciones de Dios, tales como, por
ejemplo, lo que es revelado en Levítico (21, 16-21), que dice: Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a
Aarón y dile: Ninguno de tus descendientes por sus generaciones, que tenga
algún defecto, se acercará para ofrecer el pan de su Dios. Porque ningún varón
en el cual haya defecto se acercará; varón ciego, o cojo, o mutilado, o
sobrado, o varón que tenga quebradura de pie o rotura de mano, o jorobado, o
enano, o que tenga nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o testículo
magullado. Ningún varón de la descendencia del sacerdote Aarón, en el cual haya
defecto, se acercará para ofrecer las ofrendas encendidas para Jehová. Vale
aclarar que Aarón era hermano de Moisés y jefe de los levitas, descendientes de
Leví, cuya tribu la integraban 8.500 personas y había sido destinada por Jehová
como perpetua servidora de su Tabernáculo, pero que, por cualquier detalle
físico o mental, sus miembros eran pato muerto en los asuntos laborales de su
dios, y que ahora, desde el punto de vista de los lectores ingleses, en vez de
cruel y sectario con los defectuosos, por ser Dios y creador de seres
imperfectos, Jehová al menos debía ser solidario con éstos.
La primera traducción de la Biblia al
inglés la hizo, en el año 1382, Jhon Wiclef un teólogo que en cierta forma es
considerado como uno de los padres del protestantismo y que, por un ataque
apoplético, murió el 31 de diciembre de 1384 sin que todavía la Inquisición lo
hubiese convertido en pato muerto, ejecución que no se concertó debido a que la
Santa Iglesia tenía dos ‘esposos’ en esa época, es decir, estaban ejerciendo como
pontífices los papas Urbano VI y Clemente VII, quienes, desde el punto de vista
de Wiclef, peleaban como dos perros por un hueso por el producto que generaba
la religión cristiana. Sin embargo, luego de su muerte, tal como ocurrió con el
cadáver del papa Formoso, un concilio eclesiástico, realizado en Constanza,
declaró culpable de herejía a Wiclef y ordenó la exhumación de sus restos y que
junto con sus libros fueran convertidos en ceniza y tirados a un río que los
arrastrara hasta el mar.
Luego de la muerte de Wiclef, la
Iglesia hizo todo lo posible para evitar que la Biblia traducida al inglés
cayera en manos de eruditos laicos, pero no hubo manera de impedirlo, y, por
las falencias de su contenido, para muchas personas instruidas, poco a poco se
iban convirtiendo en pato muerto las supuestas Palabras de Dios de dicha obra.
Y en un intento para mitigar ese desastroso lío, el Conde de Leicester, Henry
de Knighton, emitió un comunicado que decía: "Cristo entregó su evangelio a los clérigos y doctores de la Iglesia,
para que ellos lo administren a los laicos y a las personas débiles, de acuerdo
al estado de los tiempos y las necesidades de los hombres. Pero este maestro,
John Wycliffe, lo ha traducido del latín al inglés poniéndolo al alcance de
laicos y de mujeres que saben leer, habiendo estado siempre destinado a los
clérigos eruditos y a los que tienen gran entendimiento. De esta manera la
perla del evangelio es echada fuera y pisoteada por los puercos y lo que antes
era precioso para clérigos y laicos, ahora es tenido como mofa por todos."
Por la imposibilidad de leer su
contenido, en esa época casi nadie sabía ni se imaginaba que el contenido de
las Escrituras era tan macabro. Uno de los tantos pasajes espeluznantes que
llamaron la atención de los eruditos ingleses aparece en Deuteronomio. En un
aparte de dicho libro, la supuesta Palabra de Dios dice: Si algunos riñeren uno con otro, y se acercare la mujer de uno para
librar a su marido de mano del que le hiere, y alargando su mano asiere de sus
partes vergonzosas, le cortarás entonces la mano; no la perdonarás.
Debido a la escasez de libros, la gente leía y releía todos los libros de la Biblia; al leer Éxodo y Levítico les llamó bastante la atención a los eruditos ingleses, las innumerables y esclavizantes exigencias de Jehová a los profetas, especialmente a Moisés. Por hacer exigencias tan raras y tan caprichosas, muchos eruditos se preguntaban sí Jehová era adicto al humo de carne quemada y la razón de su repudio a la levadura y a la miel; una de las tantas causas de esa duda surgió porque en Levítico (23,8) Jehová le dice a Moisés: Y ofreceréis con el pan siete corderos de un año, sin defecto, un becerro de la vacada, y dos carneros; serán holocausto a Jehová, con su ofrenda y sus libaciones, ofrenda encendida de olor grato para Jehová. Y a lo anterior se añadía el relato de Crónicas (7, 3-6) que dice: Los sacerdotes no pudieron entrar en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová Había llenado la casa de Jehová. Todos los hijos de Israel vieron descender el fuego y la gloria de Jehová sobre el templo, y se postraron con el rostro en tierra sobre el pavimento. Y adoraron y dieron gracias a Jehová diciendo: "Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia." Entonces el rey y todo el pueblo ofrecieron sacrificios delante de Jehová. El rey Salomón Ofreció en sacrificio 22.000 toros y 120.000 ovejas. Así el rey y todo el pueblo dedicaron la casa de Dios. La carne de este asado para olor grato para Jehová le hubiera alcanzado al Londres de esta época para más de cuatro años.
Y a muchos lectores ingleses, en vez de Palabras de Dios les pareció una injuria la comparación y el trato de prostitutas que Jehová les hace y les da a las ciudades de Samaria y Jerusalén en el capítulo 23 de Ezequiel y que, más adelante (16, 26-43), en un alegorismo en contra de Jerusalén, y usando un lenguaje que más parece de un hombre vulgar y celoso que de un ser divino, el dios de los israelitas dice:
Y
fornicaste con los hijos de Egipto, tus vecinos, gruesos de carnes; y
aumentaste tus fornicaciones para enojarme. Por tanto, he aquí que yo extendí
contra ti mi mano, y disminuí tu provisión ordinaria, y te entregué a la
voluntad de las hijas de los filisteos, que te aborrecen, las cuales se avergüenzan
de tu camino deshonesto. Fornicaste también con los asirios, por no haberte
saciado; y fornicaste con ellos y tampoco te saciaste. Multiplicaste asimismo
tu fornicación en la tierra de Canaán y de los caldeos, y tampoco con esto te
saciaste. ¡Cuán inconstante es tu corazón, dice Jehová el Señor, habiendo hecho
todas estas cosas, obras de una ramera desvergonzada, edificando tus lugares
altos en toda cabeza de camino, y haciendo tus altares en todas las plazas! Y
no fuiste semejante a ramera, en que menospreciaste la paga, sino como mujer
adúltera, que en lugar de su marido recibe a ajenos. A todas las rameras les
dan dones; mas tú diste tus dones a todos tus enamorados; y les diste
presentes, para que de todas partes se llegasen a ti en tus fornicaciones. Y ha
sucedido contigo, en tus fornicaciones, lo contrario de las demás mujeres:
porque ninguno te ha solicitado para fornicar, y tú das la paga, en lugar de
recibirla; por esto has sido diferente. Por tanto, ramera, oye palabra de
Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto han sido descubiertas tus
desnudeces en tus fornicaciones, y tu confusión ha sido manifestada a tus
enamorados, y a los ídolos de tus abominaciones, y en la sangre de tus hijos,
los cuales les diste; por tanto, he aquí que yo reuniré a todos tus enamorados
con los cuales tomaste placer, y a todos los que amaste, con todos los que
aborreciste; y los reuniré alrededor de ti y les descubriré tu desnudez, y
ellos verán toda tu desnudez. Y yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras, y
de las que derraman sangre; y traeré sobre ti sangre de ira y de celos. Y te
entregaré en manos de ellos; y destruirán tus lugares altos, y derribarán tus
altares, y te despojarán de tus ropas, se llevarán tus hermosas alhajas, y te
dejarán desnuda y descubierta. Y harán subir contra ti muchedumbre de gente, y
te apedrearán, y te atravesarán con sus espadas. Quemarán tus casas a fuego, y
harán en ti juicios en presencia de muchas mujeres; y así haré que dejes de ser
ramera, y que ceses de prodigar tus dones. Y saciaré mi ira sobre ti, y se
apartará de ti mi celo, y descansaré y no me enojaré más.
Y causó gran desconcierto el aparte de
“Números”, en el que Moisés, por temor a Yavé, su dios, después de dar a
conocer los Diez Mandamientos, entre los que uno dice “No Matarás”, se enfurece
con los guerreros israelíes porque no han asesinado a toda una población,
gritándoles: “Por qué habéis dejado la vida a las mujeres? Matad a todas las
que han conocido lecho de varón y a todos los niños”.
Y un dato de la Biblia que llamó la
atención de las lectoras inglesas es el que dice:
Jehová le
dijo a Moisés: Habla a los hijos de Israel y diles: La mujer cuando conciba y
dé a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días de su menstruación
será inmunda. Y si diere a luz hija, será inmunda dos semanas, conforme a su
separación, y sesenta y seis días estará purificándose de su sangre. Cuando los
días de su purificación fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un
cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación,
a la puerta del tabernáculo de reunión, al sacerdote; y él los ofrecerá delante
de Jehová, y hará expiación por ella, y será limpia del flujo de su sangre.
Esta es la ley para la que diere a luz hijo o hija. En otras palabras; por cada bebé que
parieran, las israelitas estaban obligadas a dar un cordero y una tórtola o un
palomino para el asado de olor grato para Jehová, y debiendo ser éstas
centenares de miles, pues los hijos de Israel eran más de seiscientos mil, el
asado diario de corderos, tórtolas y palominos debía ser de dimensión industrial.
Todos los supuestos dioses humanamente
reconocidos han sido esclavistas y desquiciados, pero sin lugar a dudas, el
dios de los judíos es uno de los dioses más criminales y maniáticos de los
tantos que ha admitido la gente. El capítulo 10 de Levítico, empieza contando
que “Nadab y Abihú, hijos de Aarón,
tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual
pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca
les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante
de Jehová”. De este relato puede deducirse que los dos muchachos erraron al
entrar de sorpresa en el tabernáculo y quizá vieron a Jehová haciendo cosas que
él no quería que supiera la Humanidad y para evitar ese impase los convirtió en
pato muerto.
Y más adelante dicho libro da una idea
en ese sentido y de lo asesino y drástico que era Jehová con sus siervos. El
comienzo del capítulo 16 dice: Habló
Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se
acercaron delante de Jehová, y murieron. Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu
hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante
del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo
apareceré en la nube sobre el propiciatorio.
En muchos códigos de leyes, nuevos y
antiguos, se establece que “incumplir las leyes por ignorar su existencia no da
razón para perdonar la falta por su incumplimiento”, y Jehová obraba con ese
criterio, lo cual queda demostrado en la historia que aparece en Números (15,
32-36), que dice: Estando los hijos de
Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo.
Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda
la congregación; y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se
le había de hacer. Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre;
apedréelo toda la congregación fuera del campamento. Entonces lo sacó la
congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó
a Moisés. Resulta obvio que este pobre hombre no hacía parte de las tribus
israelitas y que por lo tanto ignoraba sus leyes, pero, según el sabio y misericordioso
dios de los judíos, aunque él ignorara la prohibición judía de trabajar los
sábados, cometió la falta y por eso irremisiblemente debía ser pato
muerto.
Y en cuanto al Cristo romano, un
personaje que inexplicablemente no tiene historia pero que según los eclesiásticos
es hijo del Jehová de los judíos y tan Dios como el Creador del universo, todo
el tiempo ha sido usado de escudo por políticos y criminales para justificar y
cometer todas las maldades y todos los delitos humanamente posibles. Además,
durante varios siglos, por rivalidades políticas y/o para robar riquezas, en
casi todos los países del mundo, con el argumento de que obraban en contra de
la voluntad de Jesucristo, la Iglesia asesinó varios millones de personas
indefensas e inocentes.
El capítulo 34 de Deuteronomio,
literalmente cuenta que Jehová, poco antes de convertirlo en pato muerto, le
mostró a su ‘ciervo’ Moisés las tierras que les iba a dar a los hijos de
Israel. Este libro contiene estas reglas o ejemplos que son tenidos por la
monarquía eclesiástica y por los judíos como Palabras de Dios, normas que en
esa época dejaron aterrados a los ingleses cultos:
“Si una joven se casa sin ser virgen,
morirá apedreada”
“Si un esclavo está contento contigo,
tomarás un punzón y le horadarás la oreja y te servirá para siempre. Y lo mismo
le harás a tu esclava.”
“Si alguien tiene un hijo rebelde que
no obedece ni escucha cuando lo corrigen, lo sacarán de la ciudad y todo el
pueblo lo apedreará hasta que muera”.
“El que tenga los testículos aplastados
o el pene mutilado no será admitido en la asamblea de Yavé. Tampoco el mestizo
hasta la décima generación”.
“Los que adoren a otros dioses o al
sol, la luna o todo el ejército del cielo, morirán lapidados”
“Si un profeta pretende hablar en mi
nombre sin que yo se lo haya mandado, o si habla en nombre de otros dioses,
morirá”.
Al leer el Antiguo Testamento, entre
muchos detalles en contra del dios de los israelitas, queda claro que Jehová
era manipulador mental, tramposo, xenofóbico, vengativo, racista y que sólo
protegía a los israelitas, a quienes, para que ellos le dieran los asados de “olor
grato para Jehová”, y ofrendas de humanos, especialmente de mujeres vírgenes, y
le dejaran los tesoros de casi todas las ciudades destruidas, los apoyaba para
que masacraran a los demás pueblos y se apoderaran de sus tierras. Y, como cosa
rara pero a propósito, el nombre del único personaje que no aparece en la
Biblia es el del faraón de Egipto, claro está para que históricamente no se
pueda verificar que todo ese cuento es una farsa.
El capítulo 4 de Éxodo explica cómo,
con propósitos perversos, Jehová le manipulaba la mente al faraón de Egipto,
además, en otro aparte cuenta que Jehová les manipuló la mente a los egipcios
para que los israelitas antes de irse se apoderaran de sus joyas; y la
participación en saqueos del dios de los judíos queda demostrada en el libro de
Josué (6, 18-19), cuando Jehová, refiriéndose a la masacre y saqueo de Jericó, le
dice a Josué: Pero vosotros guardaos del
anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis
anatema el campamento de Israel, y lo turbéis. Más toda la plata y el oro, y
los utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a Jehová, y entren en el
tesoro de Jehová. Y el siguiente capítulo (7,20-21), cuenta que Jehová
convirtió en pato muerto a un tal Acán por haberle robado de dicho saqueo,
“doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos”.
Los judíos dan por hecho que Jehová
planeaba todas sus acciones y obraba con absoluta sabiduría, pero, si eso era
cierto, la sevicia del dios de Israel queda en evidencia al analizar esta
historia que aparece en (11,30-39) Jueces: Y
Jefté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos,
cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese
victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto. Y fue
Jefté hacia los hijos de Amón para pelear contra ellos; y Jehová los entregó en
su mano. Y desde Aroer hasta llegar a Minit, veinte ciudades, y hasta la vega
de las viñas, los derrotó con muy grande estrago. Así fueron sometidos los
amonitas por los hijos de Israel. Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y
he aquí su hija que salía a recibirle con panderos y danzas, y ella era sola,
su hija única; no tenía fuera de ella hijo ni hija. Y cuando él la vio, rompió
sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has
venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré
retractarme. Ella entonces le respondió: Padre mío, si le has dado palabra a
Jehová, haz de mí conforme a lo que prometiste, ya que Jehová ha hecho venganza
en tus enemigos los hijos de Amón. Y volvió a decir a su padre: Concédeme esto:
déjame por dos meses que vaya y descienda por los montes, y llore mi
virginidad, yo y mis compañeras. El entonces dijo: Ve. Y la dejó por dos meses.
Y ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes. Pasados
los dos meses volvió a su padre, quien hizo de ella conforme al voto que había
hecho. Y ella nunca conoció varón. En algunas biblias dice que ella
disfrutó dos meses del sexo, cosa que parece más lógica.
El dios del Nuevo Testamento está
concebido al estilo solapado de la antigua monarquía romana y es una mezcla del
ideario de los dioses romanos con el dios de los judíos, pero, si se analiza la
Biblia con sentido literario, debe concluirse que sus autores debieron ser
personajes hebreos y romanos, farsantes, maniáticos, oportunistas, machistas,
moralistas y monarcas y líderes criminales, quienes escribieron muchas de sus
partes basados en mitos y leyendas ancestrales y en textos sumerios, cuya
antigüedad (1600 a. C) es de casi mil años antes del judaísmo (970-930 a.C), incluidos
entre estos, el llamado Ciclo de Ziusudra y la Epopeya de Atramkhasis.
Y es de añadir que aunque el dios de
los judíos hubiera sido sanguinario, esclavista y humillante, leyendo La
Historia Religiosa de la Humanidad es fácil verificar que el dios de los
cristianos ha sido peor, pues la monarquía eclesiástica, escudada en las
supuestas normas del Cristo romano, ha cometido muchísimos mas crímenes que los
que han cometido juntos los judíos y los musulmanes, escudados en sus dioses
Jehová y Alá, este último el dios de los musulmanes que literalmente es el
mismo de los judíos, y que, después del Cristo romano, su nombre ha sido el
segundo más usado como escudo en crímenes y delitos con argumentos religiosos.
Al analizar la biografía del primer
traductor queda en evidencia que él creía en Dios, pero quizá dudaba que Jehová
fuera el propio Dios y tal vez no creía que la Biblia fuese la Palabra de Dios;
en la primera traducción inglesa, sin incluir comentario hizo una relación
aparte de estas perlas bíblicas:
“El que sacrificare a dioses, excepto a
Jehová, será muerto.”
“Porque yo (Dios) reuniré a todas las
naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán
saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en
cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.”
“Al que ofrezca sacrificios a otros
dioses fuera de Yavé lo mataréis”.
“Si un hombre yace con su hermana hija
de su padre o de su madre y ve su desnudez y ella la de él, serán exterminados
en presencia de todo el pueblo”.
“No vestirá la mujer hábito de hombre,
ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios
cualquiera que haga eso.”
“Si un hombre yace con una mujer
durante su menstruación y descubre su desnudez, ambos serán borrados de en
medio de su pueblo”.
“Si alguno comete adulterio con la
mujer de su prójimo, morirán los dos, el adúltero y la adúltera”.
“Si se sorprende a un hombre acostado
con una mujer casada, ambos morirán”.
“Si alguno yace con la mujer de su
padre, morirán los dos”.
“Si un hombre yace con su nuera, los
dos morirán”.
“Si la hija de un sacerdote se
prostituye, será quemada viva”.
“El que no obedezca al sacerdote ni al
juez morirá”.
“Ningún varón que tenga un defecto
presentará las ofrendas, ya sea ciego o cojo, desfigurado o desproporcionado,
enano o bisojo, sarnoso o tiñoso, o jorobado, o con un pie o una mano quebrados
o con los testículos aplastados”.
“Si un hombre vende a su hija como
esclava, ésta no recuperará su libertad como cualquier esclavo”.
“Si un hombre hiere a su esclavo o a su
esclava con un palo y los mata, será reo de crimen. Pero si sobreviven uno o
dos días no se le culpará porque le pertenecían”.
“Si un hombre hiere a su esclavo en un
ojo dejándolo tuerto, le dará la libertad a cambio del ojo que le sacó”.
“No le devolverás a su amo el esclavo
que haya huido y se haya acogido a ti. Se quedará contigo en tu casa”.
“No te vestirás de mistura, de lana y
lino juntamente”.
“Si una muchacha virgen está prometida
a un hombre y otro se la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella, entonces
los sacaréis a ambos a la puerta de la ciudad y los apedrearéis hasta que
mueran: la joven porque no pidió ayuda, y el hombre porque deshonró a la mujer
de su prójimo”.
“Yavé le dijo a Moisés: Apresa a todos
los cabecillas del pueblo y empálalos de cara al sol, ante Yavé; de ese modo se
apartará de Israel la cólera de Yavé”.
“Yavé le dijo entonces a Moisés: Ataca
a los madianitas y acaba con ellos”
Vale tener en cuenta que el dios de la
Biblia reconoce la existencia de otros dioses, pues son muchos los pasajes
bíblicos en los que Jehová o Yavé se proclama como el mejor de los dioses
existentes, pero no como el único. Por ejemplo, en Éxodo (12, 12) dice: Pues yo pasaré aquella noche por la tierra
de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los
hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de
Egipto. Yo Jehová; y en otro capítulo (20, 2-5), Yavé dice en el primer
mandamiento del decálogo: No tendrás
otros dioses rivales míos. No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay
arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua bajo tierra. No te
postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un
Dios celoso. Con la explicación anterior puede entenderse que Jehová
reconocía que él no era perfecto, ya que era celoso, y que no era el único
dios. Además, la Biblia dice que Jehová tenía hijos y que se volvieron
mujeriegos, el capítulo 6 de Génesis empieza contando: Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la
faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las
hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre
todas….
Y, casi al final, en el libro de Josué
dice: Reunió Josué a todas las tribus de
Israel en Siquem, y llamó a los ancianos de Israel, sus príncipes, sus jueces y
sus oficiales; y se presentaron delante de Dios. Y dijo Josué a todo el pueblo:
Así dice Jehová, Dios de Israel: Vuestros padres habitaron antiguamente al otro
lado del río, esto es, Taré, padre de Abraham y de Nacor; y servían a dioses
extraños. Y yo tomé a vuestro padre Abraham del otro lado del río, y lo traje
por toda la tierra de Canaán, y aumenté su descendencia, y le di Isaac. Además,
un capítulo de Reyes da a entender que el dios de los israelitas fue sobornado
por el rey Mesa de Moab, siervo del dios Quemos, quien estando rodeado por los
judíos y a punto de que éstos lo convirtieran pato muerto, a la vista de todos
asó a su hijo para darle olor grato a Jehová y entonces él hizo huir a los
israelitas.
Y en Jueces (10, 10-13) dice: Y entonces los hijos de Israel clamaron a
Jehová, diciendo: Nosotros hemos pecado contra ti; porque hemos dejado a
nuestro Dios, y servido a los baales. Y Jehová respondió a los hijos de Israel:
¿No habéis sido oprimidos de Egipto, de los amorreos, de los amonitas, de los
filisteos, de los de Sidón, de Amalec y de Maón, y clamando mí no os libré de
sus manos? Mas vosotros me habéis dejado, y habéis servido a dioses ajenos; por
tanto, yo no os libraré más.
Tyndale, el segundo traductor de la
Biblia, además de inglés hablaba koiné, francés, griego, hebreo, alemán,
italiano, latín y español. Juan Foxe, en su libro Christian Martyrs explica que se le transformó su vida al analizar
las Escrituras Sagradas. En una discusión con unos sacerdotes sobre la
importancia de estudiar la Biblia, uno de estos le dijo: “Sería mejor estar sin
la ley de Dios que sin la ley del papa”. Decepcionado Tyndale contestó:
“Desafío al papa y todas sus leyes; y si Dios me permite, algún día haré
posible que el muchacho que maneja el arado en Inglaterra, sepa más de la
Escritura que el papa mismo”.
Tyndale se dispuso a traducir las
Escrituras católicas al inglés de la gente común. Como base usó el Nuevo
Testamento griego de Erasmo, y poco después se dio cuenta que, por el
adoctrinamiento eclesiástico, en Inglaterra la traducción de la Biblia al
inglés no era bien aceptada por el pueblo raso. Inglaterra permaneció fiel a
las normas del papa romano hasta que el rey Enrique VIII rompió con Roma en
1534 porque el pontífice le negó el divorcio, pero, en esa época, por orden
eclesiástica los tomos de la biblia que él había traducido ya habían
desaparecido.
Debido a varias dificultades en sus
labores, Tyndale acudió al obispo de Londres, Cuthbert Tonstal, para conseguir
permiso para hacer la traducción e impresión en su palacio. El obispo de mala
gana le dijo que no había lugar para tal cosa en su palacio. Con tristeza
Tyndale le explicó a un grupo de amigos:” Percibí que no solamente en el
palacio del obispo de Londres, sino en toda Inglaterra no había lugar para
tratar de traducir las Escrituras”.
Tyndale nació alrededor del año 1494,
en Inglaterra, cerca de la frontera con Gales. Desde casi 100 años antes, las
autoridades eclesiásticas habían prohibido la lectura de la Biblia traducida al
inglés por John Wycliffe, que era un manuscrito basado en la Vulgata latina y
la única en inglés habida antes en Inglaterra, pero poseer una copia traducida
era un grave delito. La idea de Tyndale en ese tiempo era una misión sumamente
peligrosa. Nunca dio tal explicación, pero encaminó su trabajo de traducción
desde el koiné, el hebreo, el arameo y el griego para crear una Biblia
apropiada para que cualquier persona inglesa pudiera leerla y a la vez juzgar
si su contenido podía ser La Palabra de Dios, libertad de duda que por ningún
motivo les permitía la Iglesia a sus sometidos y adoctrinados creyentes.
Por la persecución eclesiástica, para
poder realizar ese trabajo, Tyndale tuvo que salir de Inglaterra e irse para
Alemania en forma clandestina y allí, en 1525, completó el Nuevo Testamento.
Luego, para escaparse de los agentes de la Iglesia, se trasladó a Antwerp,
Bélgica, donde tradujo e imprimió los primeros cinco libros del Antiguo Testamento.
Poco después, en Bélgica conoció una comunidad de comerciantes ingleses y se
mudó a vivir con ellos, decisión que resultó fatal, ya que los eclesiásticos
ingleses lo estaban buscando para convertirlo en pato muerto y, por una
recompensa, uno de los negociantes lo traicionó.
Estando es sus labores de traducción,
Tyndale se hizo amigo de un tal Henry Phillips quien lo delató para obtener la
recompensa ofrecida por su cabeza, y en mayo de 1535 fue apresado y encerrado
en un castillo, cerca de Bruselas, donde duró 18 meses, en condiciones
infrahumanas. Y luego fue llevado a un tribunal y allí fue acusado de promover
la creencia de que “solo la fe justifica…y creer que el perdón de los pecados y
la misericordia ofrecida en el evangelio eran suficientes para la salvación”,
un cuestionamiento con un argumento que carecía de sentido para Tyndale y que,
al hacer esa explicación, la Iglesia lo interpretó como un desprecio suyo hacia
la religión cristiana.
Desde que comenzó el juicio, Tyndale se
dio cuenta que su muerte era inevitable, pero continuó traduciendo y logró
completar la Biblia en inglés, con la colaboración de su carcelero quien desde
que lo tuvo bajo su custodia simpatizó con el sabio prisionero. El proceso no
duró mucho, en agosto de 1536, Tyndale fue condenado por herejía y además fue
degradado de su rango de sacerdote. Y dos meses después, luego de la Iglesia
ofrecerle y él rechazar la “oportunidad de arrepentimiento para que muriera con
la gracia de Dios”, Tyndale fue trasladado a una hoguera acompañado de una
turba de fanáticos eclesiásticos que, gritando, lo acusaban de pagano.
Y cuando fue atado a la estaca que
estaba encima de la leña para ser quemado, Tyndale levantó sus ojos y dijo:
“Señor Dios, abre los ojos del rey de Inglaterra”, y enseguida sus ejecutores
prendieron la hoguera y, bajo la mirada silenciosa de una adoctrinada población
inglesa cristiana, fue convertido en ceniza. Pero, por asuntos políticos, dos
años después de la muerte de Tyndale, el rey Enrique VIII autorizó la impresión
y lectura de la “Biblia de Mateo”, obra que en realidad era la Biblia traducida
por Tyndale pero que le dieron ese nombre para eludir la vergüenza imperial.
Tyndale sabía del negocio eclesiástico
con “La Fábula de Jesucristo”, y asumiendo un gran riesgo, en una reunión de
clérigos dijo: "Llenaré a Inglaterra con una luz, y todos los terrores
fantasmales inspirados por los sacerdotes, y las ataduras con las que someten
al pueblo con sus supersticiones desaparecerán como las sombras de la noche
cuando el sol se levanta". En 1539, por mandato del rey todos los
impresores y libreros de Inglaterra recibieron la orden real de garantizar que
todos sus súbditos pudieran adquirir la Biblia en su inglés maternal. A causa
de esa ordenanza, muchos creyeron que la última oración de Tyndale se había
hecho realidad.
El resumen de este tema, es que todas
las escrituras bíblicas son obras humanas, más que todo escritas por hebreos y
romanos, y que el Creador no ha dicho ni escrito palabra alguna; que nadie lo
ha visto; que jamás ha exigido ni recibido prebenda alguna ni existe contenido
histórico de sus acciones. Nada sabemos de Dios, pero es seguro que Él es
inmune a todo y nada necesita, y todo lo que se diga del Creador es falsedad o
suposición. Gracias señoras y señores por escuchar mis palabras y recibamos con
un aplauso al siguiente actor.