El diputado noruego R. Hansson candidatizó para el Nobel de la Paz de
2024 al presidente colombiano, Gustavo Petro, un exguerrillero de pura cepa que
en el pasado cometió un gran número de crímenes y delitos, y que ahora con su
forma de gobernar genera toda clase de conflictos en Colombia.
Petrompaz puede ser la palabra que se use para clasificar a los individuos que,
sin tener méritos, participan como candidatos a ganar el premio Nobel de la Paz.
Vale añadir que los premios Nobel están tan desprestigiados que en el
año 2016 le dieron el Nobel de Paz al presidente colombiano Juan Manuel Santos,
un tipo que antes que generar paz les entregó el país a las narcoguerrillas de
este país. Pero lo más absurdo ocurrió con el Nobel de Literatura que ese año
se lo dieron al cantautor Bob Dylan, un hombre que toda su vida la ha dedicado
a la música.
Pero es seguro que el desprestigio no evitará que haya un gran número
de Petrompaz de candidatos al Nobel de la Paz. El año pasado hubo más de 300.
Un detalle interesante, de otro tema, es el filioque. Resulta
que el filioque fue un mico que colgaron como norma en el credo niceno. Para
saber los detalles de ese asunto y ver el contenido y las funciones perversas
de El Requirimiento, lea el libro de mi autoría titulado Pato Muerto,
que es una de las obras que envío gratis, en pdf, a quienes las soliciten al
correo edaloes1239@yahoo.es