Si nos atenemos al contenido del Pentateuco, Jehová era un ser mucho más criminal que el mafioso Palo Escobar.
El Universo existe y si admitimos que Dios es el Creador del Universo pues es obvio que Dios existe. Y es evidente que nuestro universo siempre ha estado evolucionando y que dicha evolución genera acciones positivas para unas cosas y negativas para otras. Los supuestos milagros que favorecen y las supuestas tragedias que perjudican surgen del efecto evolutivo del Universo, y sus daños o beneficios dependen del punto en que se les enfoque. El verano, por ejemplo, beneficia a unos y perjudica a otros.
Creer que el Creador tuvo un hijo con una mujer es igual a validar la
calumnia que la oligarquía eclesiástica romana le hizo a Dios; una gran farsa
religiosa de la Iglesia Romana que fue inventada para embrutecer, adoctrinar,
someter y esclavizar a la muy ingenua humanidad de la antigüedad, y en la que
usó tanta crueldad que aún es difícil criticar o poner en duda la supuesta divinidad del Cristo
romano.
La Torá de los judíos es una obra basada en hechos de extraterrestres,
y todo apunta a que Jehová fue un extraterrestre perverso que le hizo creer a
los judíos que era Dios. Si leemos el Pentateuco, con libertad de análisis, la
conclusión debe ser que Jehová era un ser mucho más criminal que Pablo Escobar,
ya que allí se narra que dicho dios ordenaba la eliminación total de pueblos,
incluidos los niños, las mujeres embarazadas y todos los animales de dichos
lugares, masacres que jamás ordenó el mafioso colombiano ya que él nunca
masacró niños ni mucho menos animales. Por orden de Jehová, las únicas que se
salvaban de dichas masacres eran las adolescentes que estuvieran virgen, pero
dicha obra no hace claridad acerca del propósito de la salvación de dichas
muchachas, pero es fácil deducirlo: Jehová le tenía fobia a la levadura y era
adicto a las adolescentes vírgenes.
Si se usa como base el contenido del Pentateuco puede deducirse que
María, siendo una adolescente virgen, pudo haber sido raptada y embarazada por
el extraterrestre Jehová, y que el inventor del cristianismo no era hijo de
Dios sino de un extraterrestre perverso. Y esa puede ser la razón para que haya
tanta oposición religiosa en el reconocimiento de la existencia de extraterrestres.
A mediados del siglo I, cuando todavía Cristo no había sido endiosado,
el muy erudito Séneca explicaba que “La religión es verdad para la gente común,
falsa para los sabios y útil para los poderosos”.
Para ver incoherencias de la Biblia y perlas de Jehová, recomiendo leer
el libro titulado Pato Muerto.