Debido a la crónica corrupción en todos los matices, Colombia es uno de
los países con mayor desigualdad social en el mundo, y en este país es obvia la
necesidad de un cambio político-gubernamental. Pero pasar de este sistema corrupto
a una dictadura comunista es lo peor que le puede pasar a nuestro país. Lo voy
a decir sin tapujos: el presidente Petro y la vicepresidente Francia Márquez son
admiradoras del castrismo cubano y del chavismo venezolano y, con los mismos
propósitos de los Castro y del cartel de Chávez, desean implantar el comunismo
en Colombia.
Por fortuna, estas elecciones regionales debilitaron las intenciones
comunistas, pero lo jodido es que vamos a seguir en manos de los corruptos de
siempre y no se han generado los cambios que para bien de todos necesita el
país.
Para solucionar el problema de corrupción política hay que cambiar la
forma de elección: tal como están las cosas es muy difícil que una persona
honesta sea candidato a un puesto de elección, por el simple hecho de que casi
siempre va a tener que competir con una ralea de bandidos, que compran votos y
que es la forma en que la gran mayoría del pueblo vota en este país.
Creo que lo ideal sería establecer el voto obligatorio y que el
gobierno rifara premios millonarios entre los votantes para estimular a la
gente a salir a votar por la intención de ganarse un premio o por el miedo a
perderlo por no votar en caso de salir favorecido. Pero es obvio que a la clase
corrupta política de este país no le conviene este formato, y no veo una solución
a este flagelo.
Si desea ver mas detalles de esta posible solución lea la entrada de este blog titulada EL VOTO MILLONARIO.
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