Los hombres mas criminales y mas asesinos de la humanidad han sido papas cristianos, lastre que a muchos de ellos no les impidió ser santos de la Iglesia.
Si nos atenemos a los datos históricos, la verdadera fábrica y madre de
los santos es Roma, ciudad que desde la época de los Julio-Claudios no ha
parado la ´fabricación´ de santos. Calígula, después de embarazarla, convirtió
en santa (diva) a una hermana suya que era prostituta; Nerón se autoendiosó y
estableció la obligación de ser tratado como dios.
Durante los primeros 9 siglos de la era cristiana fueron numerosos los
monarcas romanos que se autoendiosaron y/o divinizaron a otras personas. O sea
que Roma ya era una vieja fábrica de hacer santos cuando el papa Juan XV (985 a
996) canonizó a un miembro de la nobleza alemana, llamado Ulrico de Augsburgo,
quien se convirtió en el primer santo hecho por la Iglesia y, desde entonces,
la Santa Iglesia reemplazó a la monarquía romana en las labores de
divinizaciones humanas.
Nadie sabe cuantos son los santos fabricados en Roma, al respecto hay varias versiones de las que algunas dicen que el número no está completo y que no todos los que allí aparecen son santos. En el histórico grupo de santas y santos hay un pequeño número de gente buena y/o virtuosa y, entre los demás, hay santos criminales de todas las calañas. También hay elementos santos, como la Santa Biblia; eventos, como la Santa Misa; y una semana que cambia de fecha todos los años, que es llamada Semana Santa.
Desde su inicio, el único dios de la Iglesia es el Señor Dinero, y la Santa Iglesia ha sido y sigue siendo el cartel mas criminal y más perverso de la humanidad. Las violaciones sexuales de niñas y niños han sido y son constantes en la cadena eclesiástica. Y el Vaticano ha sido un manto de impunidad en todos los delitos de dicha cadena.
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