La basura plástica es lo que más contamina nuestro planeta, y nada de
lo que se ha hecho hasta ahora ha resultado eficiente tan siquiera para
disminuir ese flagelo. Pero, desde mi punto de vista, existe una solución
efectiva, que quizá sea costosa pero que puede resultar efectiva.
Creo que la contaminación plástica se puede controlar si, en el mundo
entero, convertimos los desechos plásticos en ladrillos para construir
viviendas y paredes en general. Pienso que a dichos ladrillos debe agregárseles
algo que los convierta en ignífugos, es decir resistentes al fuego, y lo más
probable es que su fabricación no sea rentable, y que por lo tanto tendría que
ser subsidiada a nivel mundial.
En vez de tratar de acabar con la explotación de petróleo, lo cual es
casi imposible, creo que en el mundo entero debemos recoger y convertir en
útiles ladrillos la enorme cantidad de desechables plásticos que está regada
por todas partes e ir haciendo lo mismo con toda la basura que se genere de ese
material.
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