Los togados, sean jueces o magistrados, en Colombia gozan de inmunidad
para cometer cualquier falla o injusticia, ya sea por asuntos políticos o
económicos, cosa que no ocurre en las demás profesiones. Con excepción de los
togados, en este país se les aplica todo el peso de la ley a los médicos,
ingenieros y a todos los demás profesionales que cometan algún error grave en
sus labores.
Ayer, un tribunal de Bogotá ordenó la libertad inmediata del
expresidente Álvaro Uribe quien fue condenado por la jueza Sandra Heredia a 12
años de cárcel y quien ha estado varias semanas en prisión domiciliaria. En el
fallo, los togados del tribunal de Bogotá dejaron en evidencia varias fallas
graves cometidos por la jueza, pero a dicha togada no le preocupan sus deliberadas
injusticias, pues sabe que eso no le va a causar perjuicio alguno.
Si la justicia se aplicara con igualdad para los togados, dicha jueza,
por los daños causados, debería ir presa y tendría que pagarle una gran
indemnización al doctor Uribe, pero nada de eso va a ocurrir porque ella está
protegida por la política de la justicia. Puede decirse que, en este país, la
justicia está para cumplir los deseos de quienes tengan el Poder y que Uribe,
por ser un político poderoso, se salvó de dichas injusticias.
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