El filósofo Séneca decía que “La religión es considerada por la gente común como verdadera, por los sabios como falsa y por los gobernantes como útil".
El filósofo Seneca vivió desde el
año 4. a C., hasta el 65 de nuestra era, es decir, durante todo el tiempo que
supuestamente existió Cristo, pero, aunque él por diversas razones recorrió
todo el Imperio Romano al cual estaba sometida la patria de Cristo y dejó
numerosos escritos históricos, no lo mencionó ni mucho menos se refirió a los
supuestos milagros y resurrección del dios de los cristianos.
Créase o no, lo cierto es que NO
EXISTE HISTORIA DE CRISTO; al comienzo, la fe cristiana se apoyaba en leyendas,
por ejemplo, como la música vallenato con Francisco El Hombre, y la Farsa de
los Evangelios nació a finales del primer siglo de nuestra era, es decir,
cuando ya no vivía nadie que, con conocimiento de causa, pudiera contradecir
esas mentiras. Pero es posible que haya existido un filósofo llamado Cristo,
aunque históricamente es seguro que este personaje no tiene nada que ver con el
rollo de farsas religiosas que la oligarquía romana, para su beneficio, inventó
de él y con toda crueldad le hizo creer a gran parte de la indefensa e ingenua
humanidad.
En pocos días llegará a Colombia
el papa Francisco. Y según han dicho quienes saben de los costos de los viajes
del pontífice, en Colombia el promedio de gastos diario no será inferior a un
millón y medio de dólares, es decir, su santidad generara alrededor de 4.500
millones de pesos de gastos por cada día que permanezca en este rebaño de
ingenuas ovejas humanas. Pero, tratándose de una persona austera como se dice
que es el papa Francisco ¿De dónde sale tanto gasto?
No sé si se cumplirán las
expectativas de la Iglesia, pero la mafia del Vaticano y el muy servil gobierno
de la capital esperan que asistan 600 mil personas a la misa que dará el papa
en el Parque Nacional, y para tal rebaño de ovejas humanas se están habilitando
mil baños, cifra que no es exagerada, ya que habrá un baño por cada 600
ingenuos, y en ese sólo detalle, sin inflar los costos al estilo del Ñoño, se
pueden ir mil millones de pesos, o sea que cada baño cueste un millón, y este
es tan solo uno de los tantos rubros de logística que deben hacerse para que el
papa calumnie al Creador con el viejo cuento de que Dios tuvo un hijo con una
mujer.
Y digo que los gastos son para
que el papa calumnie al Creador, porque eso es lo que ha hecho históricamente
el jefe de la Santa Iglesia. Con sangre y muertes, la monarquía eclesiástica
duró más de 15 siglos obligando a los ingenuos o indefensos a creer que Dios
tuvo un hijo con una mujer y que ese retoño del Creador es el único Salvador de
la Humanidad, y que el supuesto Salvador asignó a Roma como su Santa Sede y al
Obispo de esa ciudad como al único representante de Dios en la Tierra, gran
farsa que es conocida por los miembros de la monarquía eclesiástica como “La
Fábula de Jesucristo”, siendo de aclarar que de haber existido Cristo ni
siquiera conoció a Roma.
Y como dato curioso vale explicar
que la Iglesia perdió los sacrificios que hizo para impedir que aprendiera a
leer la gente común; la monarquía eclesiástica creía que si el pueblo raso
aprendía a leer se volvía sabio y por lo tanto dejaba de creer en “La Fábula de
Jesucristo” y eso sería el fin de la mina de ´lana’ que les generaban sus
estúpidas y beneficiosas ovejas humanas. Pero, la Santa Iglesia se equivocó en
ese detalle, pues, en la actualidad, aunque en el territorio eclesiástico casi
toda la gente común sabe leer, casi nadie lee un libro ni mucho menos se
interesa en verificar si las prédicas cristianas son históricamente ciertas y,
por eso, gran parte de la humanidad prefiere creer lo que oye decir y sigue
siendo un rebaño igual de ingenuo que cuando estaba integrado por analfabetas.
Para lo único que me interesa la
visita del hombre que lidera la entidad que más se beneficia calumniando a Dios,
es para verificar si ha disminuido o aumentado la cantidad de ovejas humanas,
desde mi punto de vista, una aglomeración de tontos, estúpidos, mamertos y
serviles del Vaticano. Más adelante hallarán las explicaciones de porqué pienso
de esa manera; quienes se sientan ofendidos por la frase anterior, y para que
se enteren mejor de este asunto, les recomiendo leer y analizar cuáles fueron
los propósitos del primer concilio de Nicea y del primero de Éfeso.
Si nos atenemos a la Historia, ocurrió
que al supuesto Cristo, el ahora Jesús y dios romano-cristiano, le cambió el
nombre y lo endiosó la mafia interna de la monarquía romana en los concilios de
Nicea (año 325), y de Éfeso (año 431). Según registros históricos, en dichos
concilios, por conveniencias políticas de la monarquía romana y por
determinación de los emperadores Constantino I y Teodosio II, el hasta entonces
legendario Cristo nazareno, en el Primer Concilio de Nicea fue declarado como
Hijo de Dios y Dios, pero muchos de los filósofos orientales de esa época
aseguraban que nada era más imposible que la existencia de un hijo de Dios con
una mujer y consideraban a la recién instaurada Santa Iglesia Romana como una
secta oportunista, ya que se beneficiaba calumniando al Creador con ese cuento
absurdo, y, luego de más de un siglo de asesinatos eclesiásticos selectivos por
contradecir ese asunto, para aclarar las cosas acerca de las divinidades del
supuesto dios Jesucristo fue realizado el Primer Concilio de Éfeso.
Por los asuntos aprobados en el
concilio de Nicea surgió un gran lío religioso entre quienes creían el cuento
romano y los que consideraban que era una farsa religiosa que beneficiaba a la
Iglesia Romana. Cirilo y Nestorio eran los nombres de los líderes de los temas
en conflicto. En dichos alegatos, Cirilo era el pupilo de la mafia eclesiástica
romana y Nestorio era el patriarca de Constantinopla. Supuestamente para
discutir el lío, Cirilo llegó el 22 de junio a Éfeso y Nestorio se negó a
participar en el concilio sin la presencia del patriarca de Antioquía, su
amigo, que venía en camino. Al solicitar su presencia para iniciar las
deliberaciones, el patriarca solicitó cinco días de espera, pero Cirilo no
quiso esperar. Ordenó Iniciar el concilio sin la contraparte y en la primera
sesión fue aprobada la condena de las tesis de Nestorio y la virginidad y
maternidad de María, quien, desde entonces quedó reconocida como virgen y madre
del Hijo de Dios.
El patriarca Juan de Antioquía
llegó a Éfeso el 27 de junio y, de inmediato, paralelo a las diligencias de la
contraparte, Nestorio realizó una asamblea en la que Cirilo fue acusado de
herejía arriana, condenado y depuesto de sus funciones religiosas. Y el 10 de julio llegaron los legados papales, entre estos el
representante personal del papa Celestino I, quienes sin oír a la contraparte
aprobaron la sesión celebrada el 22 de junio, que incluía la condena a Nestorio,
a quien luego el papa convirtió en pato muerto en un desierto de Libia, donde
estaba prisionero.
En realidad, el
Primer Concilio de Éfeso fue una farsa, pues las dos partes actuaron por
separado y ambas aprobaron cosas opuestas que en vez de acordar radicalizaron
más el conflicto que se pretendía conciliar. Y, como si ese desatino hubiera
sido poco, Cirilo, luego de sobornar al representante del emperador, consiguió
que el emperador Teodosio hiciera publicar como legalmente aprobados en el
concilio sus absurdos religiosos. Y el resumen de la explicación anterior es
que, según registros históricos, además de trampas hubo soborno para reglamentar
la divinidad de Jesucristo.
Además, vale
aclarar que la mafia eclesiástica, junto con el uso de chantajes, torturas y
muerte, desde que ocurrieron esos hechos en Nicea ha usado el soborno como
mecanismo para obtener sus objetivos. Muchos de los pontífices fueron elegidos
mediante soborno y de la última elección de papa que se sabe que hubo soborno
ocurrió en la elección de Benedicto XVI, el19 de abril de 2005; según le informaron
a la prensa algunos de los cardenales que no votaron por él, Benedicto XVI no
fue elegido por obra y gracia del espíritu santo sino por el millón de dólares
que el Opus Dei ofreció y les pagó de soborno a cada uno de los cardenales que
votaron por él. O sea que el penúltimo legado de Cristo, relevado por el papa
Francisco, ocupó la silla de san Pedro mediante soborno.
Pero a simple
vista, para analizar cómo era el supuesto Dios Padre, démosle un vistazo al
comportamiento de Jehová, el dios bíblico que supuestamente es el padre de
Jesucristo. La Biblia en el libro 1 de Samuel, 15, 3-4 dice: Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando
subía de Egipto. Ve, pues (le ordena al rey Saúl), y hiere
a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres,
mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos. O sea que, según la Biblia, por venganza, Jehová ordenaba realizar
masacres indiscriminadas en las que ni siquiera los animales se salvaban, y,
que se sepa, ningún criminal humano ha ordenado hacer masacres de tal magnitud.
Y vale añadir que, aunque con muchas
ambigüedades, la Iglesia asegura que el dios bíblico es el padre de Jesús y que,
por su infinito amor a la humanidad, para la salvación de sus almas les dio su
Hijo a los humanos para que le hicieran todas las humillaciones y crueldades
que quisieran. Pero, si las cosas fueron así, no podemos decir que el dios
bíblico es un padre ejemplar. Sin embargo, las Escrituras supuestamente
Sagradas están plagadas de incoherencias; por ejemplo, según san Mateo, el rey
Herodes intentó matar al Hijo de Dios, pero, históricamente, Herodes murió 4
años antes del supuesto nacimiento de Cristo.
En realidad, la Iglesia es una
monarquía mafiosa, teocrática y capitalista, que para apoderarse de riquezas ha
cometido todos los delitos humanamente posibles y que para sacarles la buena
‘lana’ a sus millones de fieles ovejas humanas les hace creer que es una
entidad religiosa, sin ánimo de lucro. A quienes les interese saber lo rica y
poderosa que es la Iglesia les recomiendo leer el libro Los Billones del Vaticano del gran investigador y escritor Avro
Manhattan.
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