Creo que esta vez no es válido el viejo dicho de que “es mejor malo
conocido que bueno por conocer”. Lo que está en juego es demasiado y con el ´malo´
la posibilidad de perderlo todo es total. Yendo al grano, me refiero a las
próximas elecciones presidenciales de Colombia, en las que hay que elegir entre
los candidatos Gustavo Petro y Rodolfo Hernández.
El primero es paisano mío, es decir, es tan cordobés como yo, y el
segundo es un ingeniero de Bucaramanga que es casi un desconocido en Montería,
como lo es en casi todo Colombia. Lo jodido es que mi paisano es un político
´socialista´ que está rodeado y es apoyado por la peor lacra de este país, es decir,
por la clase política que en la práctica es el cáncer de corrupción que tiene
en ruinas al país. Y, como si lo anterior fuera poco, se dice que mi paisano es
comunista y que, para tomarse el poder, ahora está haciendo lo que sea y después
se enquistará hasta dejar a Colombia en peores condiciones que Venezuela.
Vale aclarar que el decir de los comunistas es que Cuba y Venezuela son dos
naciones libres y prósperas por no depender del imperio capitalista.
En cuanto al otro candidato, se sabe que es un señor, ingeniero y
empresario, que fue alcalde de Bucaramanga y que está acusado de corrupción,
pero vale aclarar que la justicia de este país es una cloaca de abogados corruptos que
hace de todo menos justicia, pues si la hiciera casi todos los congresistas estuvieran
presos, y nada de raro tiene que eso sea una de las tantas mañas de la
corrupción para evitar el cambio de modo de gobierno que casi todos los
colombianos queremos.
Aunque me sentiría orgulloso de tener un paisano presidente, mi voto
será por el ingeniero; creo que si mi paisano ganara la presidencia, por estar
aliado con la peor lacra del país, el cambio que haría sería totalmente
negativo. Como dice el ¨viejo´, me parece que antes de votar debemos pensar
que Colombia es una empresa nuestra y que por eso debemos elegir con mucha
responsabilidad a su nuevo administrador. Tenemos libertad de votar por el que nos parezca mejor.
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